Finalmente ha quedado instalada la valla metálica. Este cerramiento, de dos metros de altura y un perímetro cuadrangular de 60 metros de lado protege el huerto de visitas indeseables: tanto los cultivos como las instalaciones de que han sido dotados están a salvo. El acceso principal a la parcela queda dispuesto a través de un portón de 5 metros en el lado oeste, junto al Helipuerto.
Se completa la colocación del riego por goteo para la parcela de mayor extensión que quedó sin concluir. Aunque esa parte aún no se encuentra cultivada, se da un riego copioso para generar reservas hídricas en el suelo.
Por otra parte, se ha observado en algunas plantas un debilitamiento del cuello de la raíz, especialmente Solanáceas (tomate y pimiento), algunas de las cuales se han llegado a tronchar. Esto se ha producido de forma aislada, pero para evitar males mayores, se separan los goteros del pié de las plantas y se aporcan, fortaleciendo su anclaje al suelo.
Se completa la semana con las labores de mantenimiento
habituales en estas fechas: eliminación de malas hierbas, rastrillado para
romper la costra del suelo, reposición de marras con semilla propia procedente
de nuestras bandejas de germinación, etc.