Aunque el
huerto dispone de algo de sombra natural en las lindes sur y este,
proporcionada por los pinos, el seto de la parcela colindante y algún chopo
aislado, a media mañana es imposible permanecer bajo el sol de justicia y las
altas temperaturas históricas que se están registrando este año.
Es por eso que
se ha decidido construir un cobertizo
en la esquina más espaciosa y transitada del predio, por donde se circula con
más frecuencia y el trajín de personas y herramientas es frecuente, de manera
que pueda servir de reposo y permita un buen trago de agua del botijo que allí se ubica.
Se ha
comenzado cavando los cimientos para colocar los postes de madera que van a conformar la estructura. Sobre todo
esto, con un entramado de alambre, se ha dispuesto el cañizo, cubriendo una superficie de unos 30 metros cuadrados. Unos
micro-aspersores sobre el alero de la cubierta sirven para refrescar el
sombrajo. La solera se ha cubierto con arena de obra. Al final de la semana se
han construido unos bancos de madera que, ubicados bajo el porche, han rematado
esta soberbia obra arquitectónica.
Se ha empezado
a plantar algunos cultivos de invierno, empezando con la Coliflor procedente de plantones en bandeja. En este momento
se dispone de poco espacio para cultivar, por lo que se han ubicado siguiendo
el perímetro de la parcela al oeste, a lo largo de la valla metálica, a
continuación de la puerta principal de acceso.
La plena
producción en la que se encuentran las Berenjenas,
auguran que su final se encuentra próximo, quizá en un par de semanas. A la
espera de ir eliminando estas plantas que dejen sitio a otros cultivos, se van
preparando bandejas en semillero con espinaca, acelga, puerro y lechuga.
Apenas existen
plagas sobre la huerta,
aunque se empieza a detectar presencia de Mosca Blanca. Desde hace un par de
semanas se vienen realizando tratamientos
preventivos, continuando con el Jabón Potásico, la maceración de Ajo y
el Bacillus thurigiensis ya comentados, a los que se suma la Cola de Caballo,
alternando unos con otros, cada 3 o 4 días.
Se ha
preparado un espantapájaros, más como icono simbólico del huerto que por
necesidad, pues las aves no están suponiendo ningún problema.